En ocasiones la gente pregunta por adaptación de lentes de contacto, por lo que ya estamos siendo un centro referente para su prescripción, manejo y aprendizaje.
Lo primero que debéis saber es que vamos a realizar un examen en profundidad tanto en la función visual refractiva como en la binocular y/o acomodativa. Una vez que tenemos la prescripción en gafa, pasamos a ver como funciona de forma cualitativa vuestro sistema visual binocular, si fusionáis la imagen, si hay visión en 3D y de que tipo y calidad.

Ahora ya tenemos una parte del examen que vamos a realizar, ahora llega lo que a nosotros nos gusta denominar la medición precisa. Una vez que tenemos la refracción, realizamos lo que se llama queratometría, es decir, obtener los valores en potencia dióptrica o en milímetros de los diferentes parámetros de la córnea, su curvatura, diámetro de iris visible, superficie ocular. Realizamos dicha medida a través de topógrafo corneal, el cual nos facilita el mapa de superficies para identificar que forma geométrica tienes, descartar cualquier patología que pudiera estar alterando la superficie ocular y sobre todo poder determinar que diseño de lentes poder prescribir para mejorar la calidad visual y el porte.
Después llega la exploración en lámpara de hendidura, valoramos si todas las estructuras del ojo están sanas y para ello sobre todo usamos la fluoresceína, una técnica de tintado inocua que lo único que nos ayuda es a relevar si existe alguna presencia de heridas o alteraciones que deben ser tratadas en colaboración con el oftalmólogo para su tratamiento.
Una vez que tenemos todo, ya podemos valorar que tipo de lente os conviene más, siempre acorde con todos los valores obtenidos. Somos muy conscientes de que existen múltiples tipos de diseños y lentes de contacto, y que cuanto más azúcar mas dulce. Pero nos hemos caracterizado por ofrecer aquello que necesitáis, intentando prescribir siempre lo más personalizado posible. Siempre usamos la analogía del puzle y el zapato, las lentes de contacto deben ser encajadas como un puzle. Pero si calzas un 38 ¿te pondrías en el pie un 43? ¿o un 36? Acabarías con dolor de pies y por lo tanto el puzle se rompería ¿Verdad?
Pues con la adaptación de lentes de contacto es similar, no puedes poner una lente que acaba siendo muy cerrada por muy cómoda que vaya el paciente o no la sienta, luego a la larga tendrá problemas tanto a nivel de molestia como incluso perjudicial para su uso. A cada uno se le debe prescribir aquello que necesita.

Cada paciente tiene una lente individualizada que todavía no se ha prescrito.
Eso es lo que importa; a un miope magno le podemos adaptar múltiples lentes, pero si queremos sacar el mayor partido una lente semirrígida gas permeable de tipo corneo-escleral va muy bien. A un queratocono directamente solo pensamos en lentes esclerales, y en caso de pacientes que tienen mucha dificultad y tienen alguna anomalía porque no usar lentes híbridas.
Una vez que tenemos todo, lo siguiente es lo más importante a largo plazo, enseñaros a poner y quitar, a manejar la lente de contacto en casa y sobre todo a mantenerlas y limpiarlas.
Existen muchas más lentes, si quieres que hablemos de algunas de ellas, deja en comentarios y lo haremos.