Hablan de nosotros

Nereida

Problemas binoculares y de enfoque, mareos y dolor de cabeza


Nereida entró por problemas visuales de hipermetropía elevada, con problemas de visión binocular y disfunciones acomodativas. Se chocaba con las paredes, tenía problemas oculomotores que le interfieren en el colegio, y presentaba algo de impulsividad. Ahora es capaz de tener más control sobre sus ojos y que hacer con ellos, puede converger a voluntad, enfocar sin ver borroso, le ha bajado la graduación y ha conseguido mejorar a nivel ergonómico postura y mejora en el baile. Estamos muy orgullosos de ti y vamos a echarte mucho de menos. Te queremos mucho y sabemos que vas a llegar muy lejos.

Natalia Garrido

Ortoqueratología


Con el ortok como con todo, los inicios no fueron fáciles. Tras la primera noche, mis dioptrías se redujeron en un 50%, lo que supuso una inyección de ánimo y confianza, necesaria para las siguientes dos semanas. Las primeras tomas de contacto son incómodas, no dolorosas, pero si molestas; también resulta frustrante, en esos días, el no obtener el efecto total o la fugacidad del mismo cuando por fin se consigue. Pero ahora, cuatro meses después del inicio del tratamiento, volvería a pasar por todo aquello. No hay nada comparable a la recuperación de la visión, a esos pequeños detalles que los miopes tanto valoramos: poder llevar gafas de sol sin graduar sin depender de lentillas, levantarte de la cama y no tener que buscar las gafas para empezar tu día, verte nítido frente al espejo, desaparecen los ojos hundidos tras las gafas… Lo recomendaría a todo el mundo.

Aida

Estrabismo y Terapia visual


Soy Aida, tengo 16 años y fui a educando tu mirada cuando tenía 13. Desde que era pequeña tenía desviación en mis ojos cuando no llevaba gafas ni lentillas, desde que empecé a tener consciencia de lo que me pasaba tenía un complejo enorme. Con el paso de los años ese complejo fue aumentando, empecé la ESO y con ello todas las consecuencias que tiene eso en una niña que deja de ser tan niña. Mi problema con los ojos era una cosa que yo ya creía que nunca se me iba a arreglar a menos que me operara cuando llegase a la edad adecuada. Un día mi madre se encontró con una mujer en la peluquería que iba a entrar a trabajar a Educando tu Mirada, mi madre le pregunto y Liber le informó. Cuando llegó a casa y me dijo que se podía arreglar recuerdo que lloré de la emoción. Después vino todo el tiempo que estuve tratando mi problema allí, además de que mi problema se curó y fui la persona más feliz del mundo conocí a unos magníficos profesionales. Recuerdo como cada día que llegaba estaban ahí con una sonrisa inmensa y felices ayudando a los niños y a no tan niños. Son personas de 10 y les agradezco con todo mi corazón que me ayudasen, me apoyasen y todo el cariño que me dieron.